ÓSCAR EL NIÑO DORMIDO
Premio FETEN 2016
Al mejor espectáculo de gran formato
XX Edición de los Premios MAX
Finalista al mejor espectáuclo infantil o familiar
Premios LORCA 2016
Nominados al mejor espectáculo Infantil
UNA APROXIMACIÓN AL ALMA
“…Sí, Óscar es otra obra maestra de El Espejo Negro. Pero más rematadamente emocionante que todo lo que habíamos visto hasta ahora.¨
MÁLAGA HOY / Pablo Bujalance
Coma: Estado en el que uno se queda profundamente dormido y no tiene cosquillas, ni hambre ni frío, y ni ganas de rascarse el ombligo.
Esta es la historia de Óscar, un niño que quedo sumergido en un largo y profundo sueño dormido. Un dormir comatoso que lo llevó a estar ensoñando nueve meses, con todos sus días y noches, semanas y meses, minutos y horas sin poder moverse.
Un coma de buenas noches en los que sus padres dedicaron todo su tiempo a recordarle los cuentos que les habían leído a los pies de su cama desde muy pequeño, antes de apagar la luz y recibir el beso del sueño.
Su hermana menor no entendía si aquello del coma era como las siestas de verano después de comer sandía, o jugar a la gallinita ciega y por eso no se movía…
Pero una voz al oído de Óscar le decía que tenía que despertar y volver a correr y a jugar con su hermana Lucía. Y dejarse de cuentos chinos, e ir al colegio con sus compañeros y amigos, y jugar al baloncesto como hacía de lunes a viernes todas las tardes incluso en invierno.
Tras nueve meses de sueño, una mañana fría de invierno, algo extraordinario sucedió… y Óscar primero abrió un ojo, y luego los dos, bostezó y despertó…
Pero Óscar no recordaba cómo hablar ni escribir y tampoco como andar…
Dedicado a todos los que han despertado y a los que están por despertar.
¨…De nuevo esta gran compañía que es Espejo Negro nos brinda otro magnífico espectáculo para públicos de todas las edades a partir de 6 años. En esta ocasión sin perder su capacidad divertida y vitalmente transgresora…
Actores, títeres, efectos visuales y constantes golpes de ingenio y referencias musicales cantadas y bailadas en directo, el sello inconfundible de esta personalísima compañía, brillante en todas las vertientes. Impresionado por un hecho real que le ha sido cercano, Calvente ha conseguido un muy bien matizado, esperanzado y vital homenaje a quienes, han sobrevivido o siguen estando en estado de coma, pendientes de un frágil hilo que les une a una hipotética e imprevisible vida. Un tenaz canto de esperanza y un grito de valor para no dejarse vencer bajo ninguna circunstancia. Luchar y seguir luchando y vivir por encima de todo…¨
LECCIÓN DE VIDA
“…La epopeya de Óscar luchando durante un largo estado de coma, a causa de un accidente neurológico y la perfecta descripción del proceso de restauración neuronal, así como la recreación interna de un ser humano en estado comatoso es tan subyugante y al mismo tiempo ilustrativa que, junto a unos excelentes actores y expertos en la manipulación de títeres, convierten este evento teatral de primerísimo nivel, en una de las mejores propuestas escénicas de este año que termina.¨
DESPERTAR TEATRAL IMPRESCINDIBLE
¨…Desde el comienzo hasta el final, el espectador sólo puede divertirse, quedarse sorprendido y emocionarse. Todo a la vez en una experiencia teatral que no quieres que acabe y que no para de ofrecer satisfacciones personales con las que luego reflexionar.¨
¨…Calvente no se limita a mostrar una situación, una acción y un desenlace, él además hace pedagogía. Y el público lo agradece porque sale del teatro habiendo entendido un poco más de aspectos no muy conocidos como el cerebro, los problemas neurológicos, el estado de coma. No se limita a mostrar unos personajes cargados de ternura o esperanza, no, él hace un himno a la esperanza, un canto de ternura y delicadeza. En Óscar se ve claramente que no se busca la lagrimita fácil, ni siquiera imbuida del espíritu navideño, pero eso sí, quien no se emocione con esta obra, es un tarugo de madera. Todo el espectáculo rezuma una ternura y sensibilidad que no puede dejar indiferente a nadie.
¨…Porque la nueva vuelta de tuerca de Calvente y su Espejo Negro es una preciosidad. Ya conocíamos su faceta gamberra y vitriólica, su jocunda desfachatez y su ausencia de pelos en la lengua para criticar con sus muñecos a tirios y troyanos, pero él es un Quevedo malagueño que lo mismo se solaza con lo escatológico y maloliente que perfila poemas sobre lo tiernamente humano y profundamente trascendente. Todo ello está en esta historia de Oscar, el niño accidentado con secuelas comatosas al que amamos desde el principio y en cuyo muñeco plasmamos nuestra rendida admiración por una de las inteligencias más preclaras del raquítico teatro andaluz…¨